Reseña de “El Príncipe” de Nicolás Maquiavelo

Fueron muchos los profesores que, durante mi MBA, recomendaban la lectura de este libro. Decían que, junto con El Arte de la Guerra de Sun Tzu, eran  libros de cabecera de grandes estrategas y líderes empresariales. Leí el libro por primera vez en el avión que, a finales de 2010, me llevó a Santiago de Chile, para una aventura empresarial de la que finalmente no quise ser parte, porque si no cubríamos el riesgo divisa (íbamos a cobrar en Unidades de Fomento, una moneda dolarizada del gobierno chileno  y a pagar en euros, pesos chilenos, dólares e incluso en yuanes), la no muy elevada rentabilidad podía esfumarse, como dice la canción de Sabina, en lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks. La inseguridad jurídica (años más tarde, pude comprobar, que, lamentablemente, también se tendría que haber tenido en cuenta el riesgo país, pese a que por aquel entonces Chile era el país con mayor seguridad jurídica de toda Hispanoamérica) de una operación de compraventa de un solar en la municipalidad de San Antonio, a un prestamista de origen judío con el que viví las negociaciones más duras en las que he participado, fue otro factor determinante en mi decisión.

Este fin de semana he terminado de leerlo por segunda vez. No es un libro de fácil lectura. Requiere una lectura sosegada, pausada y reflexiva, para poder discernir y captar adecuadamente sus mensajes. Y no, al contrario que El Arte de la Guerra, El vendedor más grande del mundo de Og Mandino o Winning de Jack Welch (considerado como uno de los mejores CEOs de la historia en Estados Unidos), no es uno de mis libros de cabecera (de ahí que sólo lo haya leído un par de veces).

El autor

Nicolás Maquiavelo nació en Florencia en 1469. Marcello di Virgilio le introdujo en la literatura Griega y Latina de los grandes clásicos (Platón, Aristóteles, Tucídides, Virgilio, Dante, Santo Tomás…)

Fue secretario de la segunda cancillería de la república florentina, donde tenía a cargo veintitrés legaciones extranjeras y comisiones ante las ciudades dependientes de la república. Fue dejando testimonio escrito de sus misiones diplomáticas, en las que puede verse reflejado la formación de su pensamiento político. La llegada de los Médicis a Florencia en 1512 supuso el fin de la república y de la actividad política de Maquiavelo.

Acusado de rebeldía contra los Médicis,  sufrió prisión. Periodo que le sirvió para reflexionar y dar forma a sus pensamientos con sus obras Los discursos sobre la primera época de Tito Livio, La mandrágora, El Príncipe, El arte de la guerra (no confundirla con la obra de igual título de Sun Tzu) y La vida de Castracanne. Posteriormente, en 1520, nombrado historiador oficial del señorío, escribe Historias florentinas. Murió en 1527, año de la expulsión de los Médicis de Florencia.

El libro

Escrito en 1513, es considerado como el primer clásico del pensamiento político moderno.  Es un compendio de veintiséis consejos y reflexiones sobre el arte de conquistar y conservar el poder de un principado. Fue escrito para aconsejar a Lorenzo de Médicis sobre cómo comportarse antes las distintas situaciones que puedan presentarse.

Como se decía, ha sido y es el libro de cabecera de estrategas, líderes empresariales, políticos y militares. Lo es de los más cultos y preparados claro está (me cuesta creer que el más próximo coetáneo y narcisista sin escrúpulos presidente, haya dedicado parte de su tiempo a su lectura (de quien un combativo periodista asegura que no ha leído ni la tesis doctoral para él escrita por un afamado economista de su partido), aunque alguna de sus maquiavélicas  acciones parezcan estar sacadas directamente de El Príncipe).

Una gran parte de los consejos y reflexiones serían, a mi juicio, aplicables actualmente sólo a la milicia. Si bien parece que la actual élite globalista también parece seguir sus designios. Cuando Maquiavelo dice “nuestros antepasados florentinos, y los que era considerados sabios, solían decir que había que conservar Pistoia con sus  facciones internas, y Pisa con sus fortalezas;  por eso apoyaban los conflictos en algunas de las ciudades sometidas, para controlarlas más fácilmente” , o cuando dice “ Por eso hay muchos que consideran que un príncipe sabio debe alimentar con astucia algún conflicto siempre que se le presente la ocasión” no puedo evitar ver reflejadas aquí las acciones del globalista George Soros, quien se jacta de defender y apoyar, a través de su Open Society y otras patas de su diáspora, una causa y la contraria, para desestabilizar a quien le convenga en función de sus intereses económicos. Como hizo por ejemplo, durante el procés en Cataluña, para desde España, desestabilizar Europa en pro de intereses económicos del eje anglosajón (como demuestra la investigación de los profesores  Juan Antonio de Castro y Aurora Ferrer plasmada en su  libro Soros rompiendo España, publicado por Homo Legens en 2019), o como más recientemente parece estar sucediendo con la guerra en Ucrania, fruto de intereses geopolíticos de terceras partes.

En el Príncipe pueden identificarse prácticas que, ya sea en la política, como en el mundo empresarial, podemos encontrarnos fácilmente. De ahí que cuando en la obra se dice “Pero hay un método que nunca falla para que el príncipe pueda conocer a su ministro: cuando veas que el ministro piensa más en sí mismo que en ti, y que en todas sus acciones busca su propio beneficio, piensa que una persona que actúa de esa forma nunca podrá ser un buen ministro y nunca podrás confiar en él.” Podemos identificar aquí a personas que no sólo no se alinean con la misión, visión y valores de su empresa, o con los principios de su partido en el caso de la política, sino que están dispuestos a hacer lo que haga falta para llegar a sus metas personales, aunque sus acciones, fruto de su egocentrismo, perjudiquen claramente a su empresa o partido, traicionando a éstos cuando sea menester.

Lo que se complica si a esto le unimos a los aduladores y palmeros que ya describía Nicolás Maquiavelo en su obra “No quiero dejar de tratar una cuestión importante que constituye un error del que los príncipes se defienden con dificultad si no son hombres prudentísimos o si no logan hacer una buena elección. Se trata de los aduladores que llenan las cortes, porque los hombres se complacen tanto en sus propias cosas, y se engañan a sí mismos de tal manera, y difícilmente pueden defenderse de esta peste, si uno no quiere defenderse…Hay una sola forma de guardarse de las adulaciones: que los hombres comprendan que no te ofenden si te dicen la verdad.”  Lo que demuestra cuán importante es pedir y saber dar feedback asertivamente.

Cuando traición y adulación confluyen en las mismas personas, se obtiene un cóctel peligrosísimo que suele darse, como con gran sentido del humor suele describir el experto en Recursos Humanos Juan Luís Garrigós, cuando su elección o designación se toma a la ligera y se dice aquello de “esto lo arreglo yo con cuatro vampiritos” dejando los destinos de nuestra milicia, empresa o partido en manos de Araña, Pincha, Cortés y el Pichón Maltés. Lo que nos lleva a irnos al carajo y, siguiendo con la nota humorística iniciada, como bien ha indicado recientemente, la sin par (a Dios gracias) Ministra de Trabajo de este país, antes llamado España, no hay cohetes para todos.

Es un libro cuya lectura recomiendo. Pero si uno quiere adentrarse adecuadamente  en esta obra clásica, como decía al principio de esta reseña, ha de hacerlo con una lectura sosegada y reflexiva.

El Príncipe

Nicolás Maquiavelo

Editorial El Ateneo

 Una reseña de David Torija Pradillo

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Mi particular reseña de «Yūshūdō, el camino de la excelencia», de Antonio Liu Yang

El autor

Antonio Liu Yan nació en China en 1980, es licenciado en Derecho y máster en Habilidades Directivas por la Universidad de Valencia. Además es máster en Diversidad e Inclusión por la Universidad Antonio Nebrija. Es Abogado colegiado por el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid. Es experto en relaciones entre oriente y occidente y, concretamente, entre Asia y Europa.

Tiene una dilatada experiencia profesional como profesor universitario y de escuelas de negocio. Ha estado al frente del China Desk de distintos bufetes jurídicos, entre otros, de Abogado Amigo, que dirige el gran profesional Jesús P. López.

Ha trabajado hasta en el mundo del fútbol, concretamente para el Villareal CF.

Ha sido y es, un emprendedor inquieto, amante de la lectura y gran orador. Posee además un gran sentido del humor.

Mi relación con el autor

Creo que fue en el 2014 cuando conocí al autor de este libro. Un servidor estaba en la directiva de Toastmasters Valencia. Gracias al impulso y a la energía de César Gómez Mora, habíamos creado una división del club para celebrar reuniones en español. Cuando entré aquella tarde en CoWorking Valencia, que regentaba la gran Rosa Montesa, un rato antes de la celebración de la reunión semanal de Toastmasters, Antonio Liu Yang repasaba concentrado, con los ojos cerrados, su discurso de esa tarde. Opté por no interrumpirle y me presenté más tarde.

Aquella tarde Antonio nos demostró una de sus cualidades, su gran sentido del humor. Su discurso debut versaba sobre su infancia y su llegada a España y Antonio, como demostró hace unos meses en el programa de Christian Gálvez, se reía hasta de su sombra.

De su sentido del humor tengo dos buenas anécdotas. Organizábamos una reunión de Toastmasters Valencia en el centro cultural y de innovación Las Naves. A cargo de la misma estaba Borja López, creo que yo ejercía ya la presidencia del club y, la verdad, nos pilló el toro. Llegado el momento de la celebración de aquella reunión, no teníamos oradores, así que, sin que el respetable se diese cuenta, improvisamos tres discursos Antonio, Borja y un servidor. Del speech de Antonio recuerdo que se puso a hablar de monumentos para piropear (algo que hoy sería impensable) a unas chicas que estaban sentadas en las primeras filas, de repente dijo “monumentos como los que tenemos hoy aquí”. Yo estuve menos certero en la presentación de las improvisaciones o table topics.  Según me contó otra de las grandes profesionales con quien coincidí en Toastmasters (y algunos de cuyos discursos aún recuerdo), Maristela Ruiz, fui demasiado insistente intentando sacar a escena a una pareja de amigos suyos. Meses más tarde, aquella pareja asistió al concurso clasificatorio para el campeonato de España de oratoria que estábamos organizando en Valencia. Muy amablemente me saludaron y me dijeron que mi discurso (en inglés) sobre el trabajo en equipo era el que más les había gustado. Yo aproveché para disculparme por haber sido demasiado insistente aquel día.

Antonio se clasificó para la ronda final del campeonato de España de oratoria que organizamos en el teatro La Rambleta. Estuve sentado a su lado gran parte de la jornada. Me enseñó una tarjeta de visita que llevaba con el sol naciente y con la leyenda “yo creo que en humor amarillo murió gente”. Llevaba una camiseta con el mensaje “Follow me”, me dijo que iba a bromear con el mensaje tapándose la w durante su speech, y así lo hizo.

El libro

Yūshūdō contiene 15 claves de sabiduría oriental para mejorar, cuerpo, alma y mente, para poder, según el autor, alcanzar el camino de la excelencia.

Prologado por el presentador de televisión Christian Gálvez, está dividido en tres partes. La primera de ella para mejorar todo lo referente al cuerpo, la segunda a la mente, y la última al alma.

El libro está plagado de términos orientales (chinos, japoneses y surcoreanos) cuya simbología y significado Liu Yang nos explica. Parte explicándonos que debemos buscar nuestro Ikigai, esto es, buscar lo que nos haga felices y nos lleve a levantarnos cada mañana con entusiasmo, ilusión y energía.

Ameno, fácil de leer, me ha servido de motivación para ayudarme en el proceso de mejora de forma física y de pérdida de peso que inicié un par de semanas antes de empezar a leer el libro. Concretamente la técnica que practican en Okinawa denominada Hara hachi bu que consiste en comer hasta el estómago hasta el 80% de su capacidad.

También he interiorizado otros conceptos, como el método Kaizen o mejora continua, famoso por su aplicación en la compañía japonés Toyota, y que el autor explica de manera sencilla.

Otra de las cosas que me ha gustado del libro es que al final de cada capítulo Antonio nos deja bibliografía para poder profundizar en los temas que más nos interesen.

Yūshūdō es un libro que me ha gustado mucho, que me está resultando de gran utilidad, por lo que lo incorporo a mis libros de cabecera, y cuya lectura recomiendo abiertamente.

Yūshūdō, el camino de la excelencia

Antonio Liu Yang

Conecta. Penguin Random House Grupo Editorial

Barcelona, mayo de 2023

Una reseña de David Torija

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Breve reseña de Lejos de Luisiana de Luz Gabás

No suelo reseñar en mi blog personal bestsellers, pero vuelvo a hacer una excepción porque esta novela así lo merece. Un libro es para mí el mejor regalo (material) posible. Cuando me preguntan qué quiero que me regalen para mi cumpleaños o para los Reyes Magos, siempre respondo con el título de algún libro.

Suelo bromear contando que pasamos Nochebuena y Navidad en Ponferrada (en casa de mis suegros) por culpa de don Enrique, que así se llama el cura que nos casó. Y Nochevieja y Año Nuevo en Valencia, con mis padres (o con los suegros de mí mujer, que suena más contundente). Me gusta llegar a casa de mis padres el día 29 de diciembre, día de mi santo. A parte de pasar el día con ellos, tenían la tradición, caída en desuso los dos últimos años, de reglarme un libro por mi onomástica.

Nada más llegar a casa de mis padres, nos damos los regalos de Navidad. Yo les había sugerido varios libros de historia y un afamado libro de managment. En lugar de este último, el Rey Mago me trajo el premio Planeta y el finalista de su más reciente edición. La trama de aquél, hilada de manera exquisita por Luz Gabás, le convierte en digno acreedor del afamado (y bien dotado económicamente, hasta que llega el hacha de la Agencia Tributaria, claro está) premio.   

La historia transcurre durante  la última mitad del siglo XVIII. Y se desarrolla entre las incipientes ciudades de  Luisiana y Sant Louis Luis, unidas por el curso del río Misisipi. Pese al gran trabajo de documentación para ambientar la novela y a sus personajes por parte de la escritora oscense, no se trata de una novela histórica. Es en realidad una historia de amor imposible entre Suzette e Ishcate.

Ella, la hija de un exitoso comerciante francés, cuya esposa pretende contribuir al ascenso de la posición social familiar con los matrimonios de sus hijas. Él un indio de la tribu de los Kaskaskia.

En una Luisiana por cuyo dominio pugnan primero ingleses y franceses al principio de la historia, bajo dominio español pero ansiada por los norteamericanos más adelante, se desenvuelve una historia en una sociedad clasista, embarrada en los más bajos instintos. Sus protagonistas luchan contra viento y marea por, como decía al principio, un amor imposible en aquellos tiempos.

No quiero contar nada más de la novela, pues no pretendo desvelar la trama de la misma, ya que es una obra que merece mucho la pena disfrutar de su lectura.  

Lejos de Luisiana

Luz Gabás

Editorial Planeta. Barcelona 2022

Una reseña de David Torija

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Reseña de Salvavidas para pymes y autónomos de José María Casero

El autor

José María Casado Camacho es un profesional de las finanzas con una dilatada experiencia profesional. Lleva más de 30 años ayudando a empresas a conseguir la mejor financiación, y por ende, a mejorar sus resultados. Primero en la banca tradicional, concretamente en el Banco de Santander y posteriormente con  su empresa Alkanza y su reputada web Sherpa Financiero . Además es conferenciante, mentor de equipos directivos, profesor en numerosas universidades y escuelas de negocios y, como el mismo se define, transformador de empresas y profesionales.   

José María fue profesor mío. Corría el año 2010 cuando me impartió un módulo de Negociación Bancaria durante mi MBA. Aunque fueron pocas jornadas, su asignatura resultó ser muy interesante y, en mi caso particular, especialmente práctica, ya que por aquel entonces me dedicaba a la promoción inmobiliaria y el grupo de  empresas en el que trabajaba (y en el que tenía cierta responsabilidad personal como administrador de alguna empresa y apoderado general de otras), tenía un elevado apalancamiento financiero (cercano a los veinte millones de euros). Nos encontrábamos capeando el temporal en plena crisis del sector inmobiliario, con ingentes dificultades, intentábamos ganar barlovento deshaciendo posiciones con ventas de empresas con promociones en curso (y sus correspondientes préstamos al promotor), consiguiendo la primera operación de dación en pago de una promoción que realizó en la provincia una entidad bancaria con cuyo jefe de zona (gran profesional) también coincidí años más tardé en otra aventura laboral…En definitiva, las enseñanzas de José María Casero fueron realmente útiles.  

José María Casado no sólo es un gran profesional, es un gran tipo que cuida mucho a su red de contactos profesionales. Tuvo la deferencia de mantener el contacto conmigo finalizado ya mi MBA. Creo que en torno a 2012, me ofreció ponerme en contacto con una empresa que buscaba a un profesional con un perfil como el mío, pero por aquel entonces había iniciado mi etapa profesional con mi asesoría y un par de aventuras internacionales. Más tarde, en 2015, también me puso en contacto con un señor que estaba estudiando montar una fundación dedicada a la formación, a quien finalmente le realicé el plan de negocio.

Los podcast de José María Casero me acompañan desde hace unos años en mis múltiples viajes de trabajo por carretera.

El libro

Reconozco que he tardado mucho más de lo que tenía previsto en leer y reseñar esta obra. De hecho, en diciembre de 2020 escribí una entrada en mi blog recomendando la web del gremio de libreros www.todostuslibros.com (en la que compré la obra que hoy reseño)  en la que ya hablaba del mismo. En mi defensa he de decir que me mudé de casa el año pasado y que, como atesoro una gran cantidad de libros (leer es una de mis pasiones), no localizaba el libro tras la misma.

Sin ánimo de ser adulador, me ha parecido una obra capital, de lectura obligada para cualquier empresario, directivo o directivo medio que, tras la misma, tendrán siempre cerca el libro para consultar el mismo cuando se necesite.

En Salvavidas para pymes y autónomos, José María Casero nos habla de 75 vías de financiación distintas. Cada método de financiación se encuentra, en función de su idoneidad, en cada uno de los siguientes capítulos en los que está dividido el libro:

  • Financiando tus ventas
  • Financiando tu liquidez
  • Financiando tus inversiones
  • Fortaleciendo tus recursos propios
  • Financiando tus operaciones internacionales
  • Las distintas líneas de financiación existentes
  • Garantías para la financiación

El autor sigue la misma estructura para todas y cada una de las 75 herramientas de financiación que explica en el libro:

  • ¿Qué problema resuelve?
  • ¿Para quién (va dirigida)?
  • ¿Qué es? (explicación de la misma y de su funcionamiento)
  • A cambio de… (costes de la misma)
  • ¿Dónde aparece reflejada? (Si consume CIRBE y/o aparece reflejado en el balance y dónde)
  • Ventajas
  • Desventajas
  • Casos prácticos y ejemplos
  • ¿Dónde puede conseguirse? (Bancos, Fintech, Financieras…. Enumerando aquellas entidades en las que se puede contratar cada herramienta)

El autor además nos ofrece en el libro numerosos links y códigos QR que nos llevan a distintos recursos (páginas web y videos) por si queremos ahondar en las distintas herramientas de financiación.

Me parece una lectura muy útil, tal es así, que incorporo esta obra a mis libros de cabecera por su practicidad.

El mismo puede comprarse en cualquier librería o en las plataformas habituales (yo recomiendo hacerlo a través de la web www.todostuslibros.com para apoyar a los libreros) o en la web de su editorial, Galobart

Salvavidas para pymes y autónomos

José María Casero Camacho

Galobart Books. Madrid 2020

Una reseña de David Torija Pradillo

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Aquella entrevista a José Luis Prada ¡A tope!

A finales de Abril de 2010 entrevisté para Frikonomics.com, web que dirigía y que había fundado junto a un grupo de compañeros de MBA, al empresario José Luis Prada. Entrevista que realicé telefónicamente mientras Prada viajaba en coche a algún punto de la geografía española (muy atrás quedaba aquel épico viaje suyo a Londres en su sin par vehículo).

La entrevista se publicó el 3 de mayo de aquel año y tuvo bastante éxito, sobre todo, en redes sociales. Aquel verano fuimos a comer al Palacio de Canedo y, tras pagar la cuenta de la comida (nunca he sido ni un pedigüeño, ni un aprovechado) me presenté a Prada (con quien había departido varias veces a lo largo de los años cada vez que iba a Canedo). José Luis, como agradecimiento por aquella entrevista, nos invitó a una botella de su famoso vino espumoso Xamprada, nos enseñó todas las habitaciones del Palacio y nos enseñó en un trenecito, con la pasión y el entusiasmo de la gente exitosa, sus viñedos.

Palacio de Canedo

Este domingo, aprovechando mis vacaciones, fui con mi familia a tomar una café al Palacio de Canedo. Allí seguía José Luis Prada, a tope, al pie del cañón, como el primer día. Como la web Frikonomics ya no está activa, he querido rescatar aquella entrevista, y hacerle un hueco en mi humilde blog personal.

He de confesar mi admiración por nuestro frikonomista de la semana. Se trata de José Luís Prada, conocido popularmente como Prada A Tope. Se trata de un original empresario que ha conseguido llegar a dónde está a base de trabajo, esfuerzo, lucha y honradez; siendo fiel a su particular filosofía de vida, es, sin duda alguna, el mejor embajador de la comarca del Bierzo. Con la ayuda del precioso “librín” escrito por el periodista Pedro Trapiello y las impresiones de Prada, hemos elaborado la siguiente entrevista que esperamos sea de su agrado.

FRIKONOMICS.- ¿Cuál ha sido su trayectoria  profesional?

PRADA.-  Empecé a trabajar a los 14 años en la zapatería que mis padres tenían en Cacabelos. Cuando tenía 21 ó 22 años ya vendíamos de todo, desde katiuskas y botas camperas hasta pantalones vaqueros a la última, camisas indias… La tienda  era algo más que una zapatería, era un punto de encuentro de artistas y lugareños, un símbolo del movimiento hippie que imperaba en aquellos años.

            Aunque soy un firme defensor de mi región y de mi pueblo, siempre he buscado estar al tanto de lo que sucedía en el mundo. Por eso en 1971 me fui a Londres con mi coche, pionero de esa moda que hoy llaman tunning.

            En el año 1972 empecé a envasar y comercializar pimientos del Bierzo (al natural sin ningún tipo de aditivos) asados como tradicionalmente se hacía en los hogares de nuestra comarca. Continué con la elaboración y conserva de cerezas en aguardiente, castañas en almíbar, higos en jugo de dioses… hasta llegar a nuestra última novedad,  nuestra línea de cosméticos, elaborados de manera natural tomando como base la miel y el vino del Bierzo

            Hace 20 años que empezamos nuestra expansión fuera de nuestra comarca, abriendo tiendas en Valladolid y Madrid. Actualmente tenemos franquiciados en Pozuelo de Alarcón, Santander, Palencia, Madrid, Valladolid, Vigo, León, Treceño y Bilbao.

            Aunque nuestro buque insignia es el Palacio de Canedo

            En 2008 creamos la fundación Prada a Tope

FRIKONOMICS.- Háblenos del Palacio de Canedo

PRADA.-  Como comentaba es nuestra joya. Lo compramos junto con los terrenos que lo rodean, en 1987, con el objetivo de devolverle la grandiosidad que antaño tuvo el edificio y  de recuperar sus viñedos.

            Primeramente plantamos injertos  de las variedades Godello y Chardonnay, con la intención de elaborar un espumoso de calidad, de ahí nació Xamprada.

            Entre 1997 y 2001 procedimos a la restauración del Palacio. Inaugurando en 2001 la tienda de productos del Bierzo, el restaurante y la cafetería.

            En  2003 abrimos la Posada, con 8 originales y acogedoras habitaciones. Más tarde construimos otras 6 habitaciones más.

            En 2004 comenzamos la construcción de otro edificio que, junto a la bodega, albergase el taller de elaboración artesanal de nuestros productos y la bodega de crianza de nuestros vinos.

            En 2008 adecuamos un salón, con unas vistas impresionantes de los viñedos, para reuniones de empresa y todo tipo de celebraciones. Recientemente hemos abierto otra bodega para la elaboración de nuestro espumoso, Xamprada.

FRIKONOMICS.- Dicen que su filosofía se resume en 4 puntos básicos, ¿cuáles son?

 PRADA.-   Así es, desde hace más de 40 años defiendo los siguientes 4 puntos:

 1º Somos conscientes de la bondad y riqueza del Bierzo. Sabemos que es una tierra generosa con quien la trabaja y cuida. Creemos también que guarda en sí misma riqueza más que suficiente para elevar el nivel, tanto material como cultural, de todos aquellos que luchamos por ella.

            2º Buscamos, y de hecho conseguimos, crear riqueza, en el sentido más humano de la palabra, respetando al máximo el medio natural de nuestro Bierzo, buscando siempre la belleza del entorno en el que trabajamos.

            3º Elaboramos de un modo artesanal, sólo y únicamente, los productos del Bierzo, para mantener por encima de todo, su dignidad y autenticidad.

            4º Transmitimos el saber popular y la tradición en la elaboración de todo cuanto hacemos. No inventamos nada, hacemos llegar a la gente aquel saber, como parte integrante del patrimonio cultural de El Bierzo.

FRIKONOMICS.- Enfrentándonos con la triste realidad, ¿Qué medidas cree que deberían  tomarse para superar la crisis?

PRADA.-  Yo de economía no entiendo, sólo se que hay que trabajar para tirar para delante. Nos hemos acostumbrado a trabajar menos y a tener un mayor bienestar. Y si queremos salir de ésta hay que trabajar, trabajar y  trabajar.

De la crisis saldremos con trabajo, esfuerzo, lucha y honradez.

FRIKONOMICS.- ¿Sería capaz de pronosticar la fecha del final de la crisis y del comienzo de nuestra recuperación?

PRADA.- Puedo ser muy bueno, pero adivino no soy. Insisto en que hay que esforzarse y trabajar. Mi mujer y yo trabajamos todo el día, comemos con nuestra gente, fomentando el espíritu de comunidad. Ponemos en el trabajo toda nuestra ilusión y esto se transmite.

FRIKONOMICS.- Muchas gracias por su  tiempo, reciba un afectuoso saludo del equipo de frikonomics.

PRADA.- Un saludo A tope desde Canedo.

David Torija

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Reseña de El rebaño de Jano García

Decíamos ayer…

Tras más de un año sin publicar ninguna entrada en mi blog, rompo mi silencio para recomendar un libro cuya lectura se me antoja necesaria, para un occidente en decadencia, cuyos ciudadanos, absortos en las pantallas de sus teléfonos móviles, han renunciado al pensamiento crítico, tragándose un relato único y dirigido, mientras están, estamos, entregando nuestra libertad a una élite globalista sin escrúpulos ni decencia.

El autor

Jano García es un reputado economista valenciano. Dirige el programa En Libertad (que puede encontrase en iVoox) y el diario digital El Liberal. Autor, entre otros, del éxito editorial La gran manipulación. Jano es una de las pocas voces libres que podemos escuchar en el cuarto poder. Y es que la canallesca, como simpática y burlonamente define, entre otros, el bueno de Chencho Arias, a la prensa, se ha convertido en la pata más eficiente del poder globalista.

El rebaño

El autor denuncia en este libro la llegada de un nuevo sistema adornado con lo políticamente correcto, en el que los sentimientos prevalecen sobre la razón. Aupado por el marxismo cultural y acelerado con la pandemia del Covid y la instauración de un miedo permanente en la sociedad, les permite dirigir y domesticar a una masa dócil y cada día menos crítica y más ignorante, sitema que Jano bautiza con el nombre de alogocracia.  Y que es, en palabras de su autor, el gobierno de los desprovistos de razón y lógica a la hora de enfrentarse a los desafíos propios de nuestro tiempo.

Jano delata la creación de masas de acoso que persiguen y humillan a todo aquel que razonadamente se opone o critica el relato del pensamiento único imperante. El ostracismo es el destino de cualquier voz crítica. Lo sucedido con Iker Jiménez por hacer pública su duda razonable sobre el origen de la pandemia o la defenestración de Javier Cárdenas (siendo el mayor generador de ingresos de la cadena)  en Europa FM por ser crítico con el gobierno social comunista de este país, antes llamado España, son un claro ejemplo.

Hemos permitido y dado pábulo a unas mal llamadas agencias verificadoras que, en situación de monopolio, se dedican a decirnos qué es verdad y qué es mentira, al más puro estilo del Orwelliano  Ministerio de la Verdad.

Jano desgrana las nuevas armas arrojadizas con las que el globalismo trata de enfrentar y dirigir a la sociedad: la nueva moral, el feminismo, un falso racismo, la igualdad, el cambio climático… Y es que, y esto es aportación mía personal, a la internacional marxista, después de haber empobrecido y hundido en la miseria a todos aquellos países en los que ha gobernado sin excepción, ya no le cuela lo de la lucha de clases, por lo que ha buscado nuevas vías de enfrentamiento, como el falso ecologismo, el feminismo o el racismo (que en realidad les trae al pairo).

Todo esto el autor lo conoce muy bien. Un claro ejemplo es lo sucedido en Chile, país en el que ha vivido Jano y país cuya seriedad me maravilló personalmente y que pudo ser mi hogar en 2010 por aquel proyecto empresarial del que me bajé en su última estación por no fiarme de mis compañeros de viaje en lo personal y por obviar factores como el riesgo divisa en lo empresarial. En su día asistimos atónitos al suicidio del otrora país con mayor potencial de Hispanoamérica, que cayó en las garras marxistas y globalistas de la alogocracia.

Hasta hace bien poco teníamos en occidente la mayor calidad de vida que ninguna otra generación en la historia, pero hipnotizados por una tecnología, a cuyos creadores estamos entregando gratuitamente hasta nuestros datos más íntimos, siguiendo la música del buenísmo y de lo políticamente correcto que toca el flautista de Hamelin del globalismo, amplificado por los medios de desinformación masiva, estamos entregando nuestro bien más preciado, nuestra libertad. El guión ya lo escribió, a principio de los cuarenta, George Orwell en su novela 1984.

Su peligrosa adaptación se llama Agenda 2030. Quieren un pueblo ignorante y pobre, dependiente de subvenciones públicas. Quieren que viajemos en bicicleta mientras por ejemplo, el presidente español, para desplazarse a la cercana ciudad de Valladolid, le recoge un helicóptero en La Moncloa para llevarle al aeropuerto para volar en el Falcon presidencial. Mientras su coche viaja vacío a la ciudad por la que pasa el Pisuerga, para recogerle a pie de pista.

Quieren que no comamos carne (que Bill Gates se haya convertido en el segundo mayor tenedor de tierras de cultivo de Estados Unidos y en el máximo accionista de la empresa que promueve la comercialización de falsa carne impresa en 3D no es baladí), como nos pide ese iletrado, comunista confeso, que es Alberto Garzón quien, pese a hartarse a solomillo en su boda (e irse de viaje de novios, como cualquier paria de la tierra, a Nueva Zelanda, país en el que también ha vivido Jano García), obedeciendo las órdenes de sus amos, nos insta a no consumir carne, importándole un comino hundir al sector cárnico (como ha hecho con otros tantos). Un tipo que no duraría ni cinco minutos en el sector privado.

Por lo expuesto en los tres últimos párrafos, por la necesidad de recuperar el pensamiento crítico y para no dejaros engañar por la dictadura del pensamiento único, os recomiendo abiertamente la lectura de este libro.

El Rebaño. Cómo occidente ha sucumbido a la tiranía ideológica.

Jano García

La Esfera de los Libros. Madrid 2021

Una reseña de David Torija

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Reseña de La Solución Nash – La reactivación económica tras el Coivd-19 de Fernando Trías de Bes

Cuando estudiaba mi MBA, mi compañero de máster, Ramón, me dejó El Libro Negro del Emprendedor, del mismo autor que el libro que hoy reseño. Me lo leí en un par de días y lo reseñé en la web que junto a otros compañeros acabábamos de crear y al frente de la que estuve hasta su cierre en 2012, frikonomics.com  

Tanto me gustó la obra que recomendaba su lectura como obligatoria en el curso que impartía en el Coworking valenciano Wayco sobre Cómo realizar un Plan de Negocio. Fue la primera de otras muchas reseñas que he escrito de obras de Fernando Trías de Bes. La siguiente fue Mil millones de mejillones, también en Frikonomics, pese a que se alejaba un poco de la temática (economía y empresa) de la web. Ya solamente en mi blog personal, reseñé otro libro muy recomendable del autor, El gran cambio y que he citado en otros artículos ya que me parece muy interesante.

Como por mi trabajo tengo que realizar viajes largos y frecuentes en coche, me bajo podcast de mi interés para amenizar y sacar un mayor partido de los trayectos. Tal es mi admiración por Fernando Trías de Bes, que una de las carpetas del disco duro interno de mi vehículo en el que grabo los mencionados audios, lleva el nombre del autor y cuenta con una extensa recopilación de entrevistas y speeches del mismo. En una de ellas tuve conocimiento de la existencia del libro que hoy reseño y que pedí estas Navidades a Papá Noel.

El economista barcelonés escribió este libro durante el confinamiento, en tan sólo nueve días (empezando el día de San Jordi y finalizándolo el primero de mayo). Trías de Bes expone en el mismo su teoría para evitar que el parón de la actividad, fruto de la pandemia, derive en una crisis económica global.

A diferencia del crash del 29, de la crisis del petróleo, del estallido de la burbuja de las puntocom o de la crisis subprime, por primera vez en la historia, sabemos que estamos ante una crisis temporal que puede finalizar (si hacemos las cosas bien) en un horizonte temporal determinado, esto es, cuando aparezca un fármaco o la población sea vacunada. El secreto está en lo que el autor define como comprar tiempo.

La solución que propone el autor está basada en una teoría del premio Nobel de Economía, John Nash, conocido por el gran público gracias a la película Una mente maravillosa. Concretamente en El Equilibrio de Nash, basada en la teoría de juegos. Con este equilibrio se alcanza una solución subóptima para el conjunto de los participantes en una situación determinada.

Permítaseme explicar esto. La economía clásica, explica por medio de Adam Smith, que cuando cada agente económico asegura su propio interés, la economía alcanzará el óptimo global. Siendo éste el fundamento de la economía de libre mercado. Nash se dio cuenta de que ésta era una visión incompleta. El autor, utilizando para su explicación y desarrollo El Dilema Del Prisionero explica el porqué.

Para explicar la teoría de El Equilibrio de Nash, Trías de Bes utiliza un ejemplo de la mencionada película (tras disculparse por tratarse de un ejemplo sexista). Nos cuenta cómo el protagonista y sus amigos quieren ligar una noche en un pub. Todos lo intentan sin éxito con una rubia despampanante, el resto de chicas huyen de ellos al ver que son el segundo plato tras ser rechazados por la rubia. El protagonista rebobina en el tiempo para explicar su teoría. En esta ocasión todos los amigos deciden trazar un plan desestimando a la que consideraban su mejor opción, la chica rubia, y poniendo en común todas sus preferencias para lograr un acuerdo. Finalmente todos salen emparejados.

Esto es lo que propone el autor. En principio parece que lo más sensato para las familias sería reducir el consumo (por la incertidumbre laboral y económica) y para las empresas paralizar sus inversiones y recortar gastos. Pero sabemos que es una situación temporal y que la capacidad productiva a nivel mundial se encuentra prácticamente intacta. De tal forma que, si compramos tiempo y las familias continúan con sus niveles de consumo y las empresas mantienen el empleo y sus inversiones, cuando la pandemia acabe retornaremos a un escenario de crecimiento económico.

Para que esto sea posible se necesita el apoyo decidido de las administraciones públicas. Pese a no ser amigo del intervencionismo económico, el autor propone soluciones keynesianas por tratarse de una situación excepcional con un horizonte temporal final determinado. Su propuesta es dotar de fondos económicos a las empresas para que estas no tengan que despedir y que no paralicen sus inversiones. Como sus empleados recibirían un alto porcentaje de su salario pese a estar confinados, podrán continuar consumiendo. Es cierto que supone un elevado aumento del gasto público y un aumento del déficit público de entre un 10 y un 20% del PIB, pero es una cantidad muy inferior al coste que supondrían las prestaciones por desempleo de una cuantía ingente de personas y del encarecimiento en la financiación estatal por sus dos vías: reducción de la recaudación de impuestos fruto de la drástica reducción de la actividad económico empresarial y encarecimiento de la emisión de nuestra deuda pública.

Pero se han de hacer las cosas bien, no como, según el autor, ha sucedido con los ERTES y los avales a los préstamos ICO. Los ERTES se han calculado sobre la base reguladora en lugar de hacerse sobre el neto, perjudicando al trabajador y su renta disponible para el consumo (por no hablar de su carácter disuasorio, al impedir a la empresa realizar ningún reajuste de plantilla en seis meses). Este libro se terminó de escribir el uno de mayo, por lo que no refleja los retrasos y errores en tramitaciones y pagos del SEPE, que ha sido un verdadero caos. Con respecto a los préstamos ICO, que el Estado sólo avalase el 70% ,deja a la intemperie a las empresas que, en el caso de impago, entrarían en conflicto por el otro 30% con su banco, entrando en registros de morosos… entrando en una espiral difícil de salir.

Aún tratándose sólo de un esbozo que podía y debía perfeccionarse, Trías de Bes lo tenía todo muy bien estudiado. La creación de una serie de comités de expertos, no sólo médicos y epidemiológicos sino también económicos, empresariales, sociológicos y psicológicos

Recuerden que este libro se escribió a finales de abril. Cuando estas líneas se escriben, acaba de ser descubierta  la inexistencia del comité de expertos que presuntamente asesoraban al gobierno y que fue la excusa para la toma de decisiones arbitrarias con un grave coste económico para regiones gobernadas por partidos de un color distinto al del gobierno. Por no hablar de la manipulación de las cifras de fallecidos, la mala (incluso dolosa) gestión de compras y aprovisionamientos… Lamentablemente, el único comité de expertos real parece ser el de marketing político del inteligentísimo Iván Redondo, pareciendo que las decisiones se han tomado y se toman en función del rédito electoral futuro que pueda reportar al partido en el gobierno. Una de las últimas es un claro ejemplo, que sean las comunidades autónomas quienes tomen determinadas decisiones poco atractivas y  de paso, poder transmitir la culpa de todo lo malo que suceda, incluso con carácter retroactivo.

Es una pena, porque países como Alemania sí han desarrollado políticas similares a las que en el libro se proponen, como por ejemplo, el dotar a la hostelería (uno de los sectores más dañados por la pandemia) con cuantías económicas en torno al 70% de su facturación en el ejercicio anterior durante el tiempo que se les ha obligado a cerrar, mientras que en España sólo se les han puesto trabas (subida generalizada de impuestos, en especial del impuesto de sociedades y de la renta, subida de cuota de autónomos…).

Nunca es demasiado tarde para olvidarnos de intereses políticos e intentar, todos juntos, limitar el impacto económico y sus posibles consecuencias económicas devastadoras.

Recomiendo abiertamente la lectura de este libro por su gran interés y utilidad.

La Solución Nash. La reactivación económica tras el Covid 19

Fernando Trías de Bes

Editorial Planeta

Una reseña de David Torija

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Apoyo a los productos nacionales y al comercio local IV. Calendarista

Con este cuarto video, os quiere recomendar, de forma totalmente desinteresada, un recurso que yo uso desde hace años en mi despacho  y que es muy útil. Se trata de Calendarista, un calendario en formato A0 (también disponible en A1) de pared a año vista.

A mí me sirve para organizarme, marcar mis visitas comerciales, ferias en las que exponemos, eventos etc. Y poder verlos de un vistazo rápido. A parte utilizo mi agenda de papel y Google Calendar, pero ninguno de los dos me ofrece una visión global de manera tan rápida.

Puedes solicitar tu Calendarista del año natural  o del curso académico en la web https://calendarista.es/

David Torija

davidtorija@hotmail.com

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Book review of Zero to One by Peter Thiel and Blake Masters

Taking advantage that today  (and tomorrow) is bank holiday in Spain, I carry out one of my passions, writing.

How did I discover this book?

I was working on the rentals department of a real estate company. That afternoon I  picked an american client up in Valencia city center and drive her to La Eliana, where a cosy semi-detached house was located. Since the house belonged to a hunting lover, it was decorated with hunting trophies, that’s means, heads of deer and other animals on the walls, for whose the prospect seemed to feel pity and sympathy. The result: she did not rent that house. During the trip I took advantage to know more about her preferences and hobbies.  Business books were one of them and she recommended me this book. Like I have discovered more about her preferences, the following week, I offered to her another house (without hunting trophies on the walls), which, fortunately this time, was rented by her.

The authors

Peter Thiel was born in Germany and he is a succesful investor and entrepreneur. He was a cofounder of Pay Pal. On 2004 he was the first outsider investor in Facebook.  He has been an early funding of companies like LinkedIn, Yelp, SpaceX or Airbnb. 

Blake Masters was a student at Stanford Law School in 2012 when his detailed notes on Peter’s class «Computer Science 183: Startup» became an internet sensation. He is President of The Thiel Foundation and Chief Operating Officer of Thiel Capital. 

The book

It hasn’t been an easy reading book for me (honestly I stopped its reading a couple of times). On one hand I read it in English, which it is not my native tongue (I’m sorry if you find in my review any grammatical mistake, feel free to write me to change it, feedback is always wellcome) and on the other hand, the authors deny many of the things that I have learned at the university and even in the business schools, promoting, for example, the monopoly, (not only to have a competitive advantage) to success in business.

Its main teachings for the future entrepreneurs,  businessmen or investors can be summarized by the following questions:

The engineering question: Can you create breakthrough technology instead of incremental improvements?

The timing question: Is now the right time to start your particular business?

The monopoly question: Are you starting with a big share of a small market?

The people question: Do you have the right team?

The distribution question:  Do you have a way to not just create but deliver your product?

The durability question: Will your market position be defensible 10 and 20 yeras into the  future?

The secrte question: Have you identified a unique opportunity that others don’t see?

Zero to one reminds me the Black Book of the Entrepreneur written by the Spanish economist Fernando Trias de Bes, which I used when I teached the course How to Make a Businnes Plan in the valencian coworking space Wayco. It tells you truths that you don’t always want to hear about it. This is a disruptive, brave and different book and this is why I recommend it.

Zero to one. Notes on startups or how to build the future.

Written by Peter Thiel and Blake Masters.

Penguin Random House books

London 2014

A book review of David Torija

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Apoyo a los productos nacionales y al comercio local III. www.todostuslibros.com

Continúo con mi apoyo desinteresado al pequeño comercio con este tercer vídeo. En esta ocasión, os recomiendo la web www.todostuslibros.com

Se trata de una iniciativa de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Librerías (CEGAL). Es un buscador con más de un millón y medio de referencias (actualmente) y que te ofrece la posibilidad, de manera sencilla, de comprar on line el título que necesites directamente a la librería que lo tenga disponible que tu elijas.

David Torija Pradillo

davidtorija@hotmail.com

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Apoyo a los productos nacionales y al comercio local II. Cervezas La Pepa

Continúo con el apoyo a los productores locales y al pequeño comercio, de forma desinteresada, con este segundo video.

Quiero recomendaros cervezas La Pepa. Sus distintas tipologías (Lager, Trigo, Ámbar, Pale Ale e Ipa) son elaboradas, en Jerez de la Frontera, de forma natural y sin aditivos de acuerdo a la tradición cervecera alemana.

Podeís conocer más sobre su elaboración e incluso comprarla directamente en su web pinchando en este link

David Torija

davidtorija@hotmail.com

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Apoyo a los productos nacionales y al comercio local I. Aceite de oliva OliBaeza

Este es el primero de una serie de videos, en los que, de forma totalmente desinteresada, quiero recomendar productos o servicios que me han gustado. Es mi pequeña contribución para apoyar a productores locales y pequeños comercios en tiempos difíciles.

En este primer video recomiendo el aceite de oliva virgen extra OliBaeza, que puede comprarse directamente por Internet en la web de la cooperativa que lo produce: Cooperativa El Alcazar

David Torija Pradillo

davidtorija@hotmail.com

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Book review of The Art Of Social Media by Guy Kawasaki and Peg Fitzpatrick

215 The Art of Social Media

Introduction

When I was on holidays in London in 2016, my wife, my daughter and I went to the famous and, according to its publicity, the european largest bookshop, Waterstones located in Piccadilly. We bought several books, the Art of Social Media was one of them. It was one of my wife’s choices who is a passionate about digital marketing (like me).

I read the book, at the same time that a novel in Spanish (English is not my maternal tongue, feel free to email me if you find a grammatical mistake) a couple of weeks ago while spending my holidays taking care of my mother in the Sagunto hospital. I want to publicly thank to the surgeons who saved my mother’s life and to all hospital staff for their professionalism and kindness.

About the Authors

Guy Kawasaki has been the chief evangelist of Appel and special adviser to the CEO of the Motorola business unit of Google. He is currently the chief evangelist of Canva and creator of Remarkable People podcast.

You can follow him on Twitter , on Pinterest , on YouTube, on Facebook or conect with him on LinkedIn

Peg Fitzpatrick is, according to her blog , a popular social media speaker, trainer and, social media autor.

Book review

I like the traditional (printed) books. I know that reading an e-book is more practical and even ecological than a printed book. But, despite the fact that my sister-in-law gave me one of the first e-book readers to hit the market, I only remember using it for reading Branding and Pyme by Emilio Llopis . I prefer printed books because of its touch and its paper smell, but in this case, just like when I read 101 Social Media , it has been a mistake, because you can not follow its links with examples and tips. Then, my first advice is reading it in e-book.

Social Media is a powerful tool to make known to the world everything that you want (who you are, what you sell…). I basically use LinkedIn for professional affairs and Facebook (Although, I am in charge of managing the Facebook account of my company in Spain), Instagram and Pinterest more for personal use. The book is full of tips about how to manage, especially in a professional way, accounts in Facebook, Twitter, Pinterest, Youtube, Instagram, LinkedIn, SlideShare… and Google Plus an application which I used a lot in the past and which doesn’t exist since August of 2019.

I invite you to connect with me on LinkedIn

I invite you to connect with me on LinkedIn

Despite the fact that this book was written in 2014, and timing is very important in the digital market, it is still very useful (less in relation to Google Plus and other functionalities of other applications that have changed slightly). It is an easy reading book that you can read in a couple of days.

The authors are action people and their advices are about their direct experience. I recommend reading it for anyone who wants to know how to better use and optimize their results in their Social Media accounts.

The Art of Social Media

Guy Kawasaki and Peg Fitzpatrick

Penguin Random House UK

A Review of David Torija (davidtorija@hotmail.com)

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Breve reseña de la tetralogía de El Cementerio de los Libros Olvidados de Carlos Ruiz Zafón

Cuando trabajaba en la promoción inmobiliaria, unas navidades, decidimos regalar novelas a empleados y proveedores. La Sombra del Viento fue una de ellas. Son muchos los libros que tengo y se me acumulan las lecturas. Pese a que tenía muy buenas referencias, especialmente de mi suegro, del primero de los libros de la saga de El Cementerio de los Libros Olvidados, no me había decidido a leerlo hasta ahora.

En pleno confinamiento, durante una conversación familiar distendida, mi suegro se refirió (sin explicar la misma) a la cruel forma de morir de Mauricio Valls, personaje de El Cementerio de los Libros Olvidados de Carlos Ruiz Zafón. En mi línea bromista, mi respuesta fue que yo no conocía a Mauricio, que sólo conocía a Arturo Valls. Pero me entró curiosidad. Ya tenía excusa para leer el primer volumen de la saga.

La Sombra del Viento, ambientada en la Barcelona de la primera mitad del siglo XX, me cautivó y me enganchó de tal forma, que he ido comprando por Internet, en pleno confinamiento por la pandemia del Covid19, uno tras otro, el siguiente libro según iba avanzando en el anterior, hasta completar la saga, enlazando uno con otro, para no interrumpir la lectura de la trama.

Aunque cada novela cuenta una historia, ambas están entrelazadas. Su autor aseguraba (lamentablemente falleció hace unas semanas) que los libros de la colección podían ser leídos en el orden que se quisiese, o de manera independiente. Yo he seguido escrupulosamente su orden de aparición, que es el siguiente:

216 La Sombra del viento

La Sombra del Viento

216 El juego del Ángel

El Juego del Ángel

216 El prisionero del cielo

El Prisionero del Cielo

216 El Laberinto de los Espíritus

El Laberinto de los Espíritus

Como decía, los libros están ambientados en la Barcelona del siglo XX, salvo el último, en el que una parte de la trama transcurre en Madrid. Todo gira en torno a la librería Sempere e Hijos y tiene a tres generaciones de libreros como protagonistas cuyo nexo de unión es un peculiar personaje que se hace llamar Fermín Romero de Torres y a un lugar de ensueño, que haría las delicias de cualquier amante de la lectura, llamado el Cementerio de los Libros Prohibidos. Comparten protagonismo con una serie de escritores proscritos como David Martín o Julián Carax. Intriga, misterio, acción, romance… no le falta de nada a ninguna de las novelas.

En la novela que cierra el círculo, El Laberinto de los Espíritus, Carlos Ruiz Zafón desvela el vínculo existente entre la trama y los personajes de las otras tres novelas, y en las que ya al final, por fin, se narra la muerte de Mauricio Valls. La saga en su conjunto es una auténtica obra de ingeniería, que entremezcla las distintas historias y sus protagonistas, en la que se demuestra la brillantez de su autor, que con razón se ha convertido en uno de los más celebrados del Siglo XXI.

Recomiendo abiertamente la lectura de las cuatro novelas de la saga.

La Sombra del Viento

El Juego del Ángel

El Prisionero del Cielo

El Laberinto de los Espíritus

Editorial Planeta

Una reseña de David Torija Pradillo

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Todo está cambiando

Fotografia del libro El Gran Cambio en mi biblioteca

Fotografia del libro El Gran Cambio en mi biblioteca

¿Por qué este título?

Escribo hoy estas líneas, inspirado en el título de un gran libro, revelador a la par que premonitorio, que rezuma fuertes dosis de crudeza y realidad. Empecé a leerlo, seis años atrás, una tarde en los jardines del antiguo cauce del Turia, mientras esperaba que me devolviesen tardíamente el coche del taller, en un tiempo en el que me hallaba perdido, pues parecía que la resaca de la crisis inmobiliaria me enviaba directamente a la lona, en un asalto tardío, finalizado ya aquel combate apenas dos años atrás. El Gran Cambio, así se titula la mencionada obra del economista Fernando Trías de Bes (que en su día ya reseñé en mi blog personal) y a la que di pábulo pensando que este gran cambio vendría solamente de la mano de un exceso de endeudamiento, de la implantación de la era digital y de la inteligencia artificial sin medida, de una globalización mal concebida, aderezada con fuertes dosis de neglitocracia, corrupción e intereses económicos mundialistas sin escrúpulos (con el magnate George Soros como su máximo y despiadado exponente). La pandemia del Coronavirus ha agudizado, acelerado y ejecutado virulenta y repentinamente el cambio.

¿Estamos viviendo el momento más difícil de nuestra historia?

No creo que estemos ante la más grave coyuntura histórica, como rezaba el título de un interesante artículo de Paco Torres de mediados de los noventa, pues a nivel nacional, y si nos ceñimos al último siglo, fue mucho peor la consecuencia del ascenso al poder del Frente Popular en las fraudulentas (hecho constatado y documentado (con las actas de las mismas) en la obra 1936 Fraude y violencia en las elecciones del Frente Popular de Manuel Álvarez Tardío y Roberto Villa García) y el clima de barbarie y violencia que sembraron en España con su llegada, que tuvo su cúspide en el asesinato del líder de la oposición, José Calvo Sotelo, a manos del teniente de la Guardia de Asalto Máximo Moreno y del militante socialista y miembro de la motorizada de Indalecio Prieto, Luis Cuenca (asesinato que fue planificado durante tres meses, y que incluía entre sus planes la muerte también de José María Gil Robles y de Antonio Goicoechea,  según la documentación aportada por el socialista Francisco Vázquez) la madrugada del 12 al 13 de julio de 1936. Asesinato que llevó al general Franco a sumarse a los planes de alzamiento del General Sanjurjo y que fue el detonante del suceso más negro de nuestra historia reciente, la Guerra Civil. Esos sí que fueron los peores años de nuestra historia, y no son afortunadamente comparables con el periodo, también histórico, que nos está tocando vivir.

Una tragedia amortiguada

En los atentados del 11 de marzo fallecieron 191 personas. Fue algo que nos marcó a todos los españoles y que hoy seguimos recordando con pavor. Hoy parece que celebremos que tan sólo hayan fallecido 229 personas en nuestro país en un día, sumando un total de 26.299 decesos (reconocidos, pues siguen sin sumarse las personas fallecidas que algunas Comunidades Autónomas descubrieron que no habían sido contabilizadas). Más de veintiséis mil dramas de familiares y amigos que hemos perdido sin la posibilidad de despedirles ni de velarles. El apagón informativo de una prensa en exceso dependiente de la publicidad y que ante el riesgo de poder perderla (como sucedió en los años ochenta con El Alcázar, que no sólo dejó de distribuirse en trenes y aviones estatales, que no sólo perdió la publicidad institucional, sino que las empresas privadas anunciantes cedieron ante el chantaje gubernamental (según testimonio de su director de entonces, Antonio Izquierdo y de uno de sus redactores, Eduardo García Serrano)) ha plegado velas. En el caso de El Alcázar, la desaparición de la publicidad junto a unos elevados costes fijos, fueron la causa del cierre del periódico más leído por aquel entonces en España junto a El País. Citando al mencionado redactor La Gestapo moderna te envía hoy a sus inspectores de Hacienda o te retira la publicidad…

Curioso que con más de veintiséis mil muertos la televisión pública no luzca un crespón negro permanente en señal de duelo, que no se hayan visto imágenes de ningún funeral, entierro o simple ataúd (salvo la criticada portada de El Mundo con la morgue del Palacio de Hielo, criticada precisamente por aquellos a quienes no les dolieron prendas a la hora de publicar, entre otras, la foto del cadáver de Miguel Ángel Blanco, o la de un andén plagado de fallecidos y heridos graves el 11 de marzo). Qué esperar de un gobierno que cuando llevábamos 14.000 fallecidos, sólo se había dignado a dar el pésame en público a un importante miembro de la comunidad musulmana en España. Mi más sentido pésame a las familias de todas las víctimas sin excepción.

Mala gestión

No tengo filiación política alguna, pero en la actual situación, mi crítica al gobierno nacional por la gestión de la crisis, me convertirá en acreedor de la etiqueta de facha. Estrategia recurrente que junto a la caza de brujas iniciada en las redes sociales, utilizando para ello todo el aparato del Estado, pretende acallar cualquier pensamiento crítico. Sólo apostillar que hemos estado a la cola del mundo a la hora de aprovisionarnos debidamente de material sanitario, poniendo en riesgo a la población con resultado mortal, por el desconocimiento del funcionamiento de los mercados internacionales, cuando no por mala praxis por intereses espurios. En la empresa privada cualquier director de compras hubiese sido fulminado inmediatamente por mucho menos. Todo esto pasa por utilizar como criterio para la elección de personal para puestos clave, el carnet político de partido en lugar de la experiencia y la formación adecuada.

Necesidad de invertir en investigación

Una vez más queda demostrada la importancia de la inversión en investigación y desarrollo,  a todos los niveles, en lugar de utilizarse como una mera partida para aminorar la cuota del impuesto de sociedades de las empresas.

¿Quiénes son las verdaderas estrellas?

Esta crisis nos ha demostrado quiénes son los verdaderos acreedores de nuestra admiración y no son los Cristiano Ronaldo o Messi, sino el personal sanitario (a quienes llevo agradeciendo su labor desde hace años en distintos artículos), las fuerzas de seguridad del estado, el ejército, personal de limpieza, cajeras de supermercado, camioneros, repartidores,… en definitiva todas aquellas personas que se han expuesto, jugándose la vida, en la mayoría de los casos a cambio de un salario mísero, tanto para curarnos como para evitar que se cortase el suministro de alimentos. A todos ellos, mi admiración y agradecimiento.

Cambios en los hábitos de consumo

He escrito varios artículoshablando del cambio en los hábitos de compra. Primero se cambió el pequeño comercio por las grandes superficies. Más tarde se está sustituyendo a ambos por el comercio electrónico. El confinamiento ha traído un crecimiento exponencial de las compras por Internet que va a resultar difícil revertir. Cuidado porque se puede llegar a una situación monopolística en el comercio que sólo beneficiaría a la afamada empresa que disfrutaría del mismo.

Cambios en los medios de pago

Desde el inicio de la pandemia se ha recomendado, por salud, evitar los pagos en efectivo, fomentándose el pago con tarjeta y con el móvil. Al igual de lo que sucede con las compras por Internet, su uso extendido se quedará para siempre, acelerando la eliminación del dinero físico.

214 Todo va a cambiar II

Teletrabajando desde mi despacho en casa

Teletrabajo

A mi juicio, de las pocas ventajas que los cambios que el confinamiento nos ha traído es la implantación, de momento, del teletrabajo. Especialmente en España impera el presentismo, esa sensación de que uno trabaja por el mero hecho de estar sentado en su puesto. En muchos casos, en España tenemos largas jornadas laborales, debido a la existencia de una pausa de dos horas para comer. Si a esto le sumamos desplazamientos diarios eternos, fruto de los atascos, nos encontramos con jornadas maratonianas que impiden o dificultan la conciliación familiar con la vida laboral. Además es algo que no nos vuelve más productivos. Conozco muchas empresas en las que los trabajadores, sin nada que hacer, esperan mucho más allá de su horario a que se vaya su jefe, pues está mal visto irse antes que él. Con una disciplina adecuada de trabajo y con honradez, el teletrabajo sería una opción estupenda para trabajadores y familias (en aquellos casos en los que se pueda desarrollar) e incluso podría ahorrar costes a las empresas. Durante mi etapa en la dirección de Toastmasters Valencia tuve la suerte de conocer de cerca los centros de coworking de la ciudad del Turia como CoWorking Valencia y Wayco (donde incluso trabajé puntualmente como docente en un proyecto llamado Wayco School) y pude comprobar que se puede trabajar en cualquier sitio, alquilar salas de reuniones cuando se necesite… además en un ambiente colaborativo enriquecedor.

Globalización y control de fronteras

Una reflexión ¿De verdad es un trastorno y una pérdida de libertad controlar las fronteras dentro de la UE? A mí no me importa tener que enseñar mi pasaporte, o que me tomen la temperatura.

Recientemente leí el libro de los profesores Juan A. de Castro y Aurora Ferrer: Soros rompiendo España. En el que se demuestra, documentalmente, el entramado societario que el magnate húngaro ha creado para poner patas arriba el mundo, promoviendo y financiado las llamadas revoluciones de color como la Primavera Árabe o el Process en Cataluña, utilizando los principios de Sharp de la no violencia (nombre engañoso) para destruir, en pro del mundialismo y de sus intereses económicos, determinadas naciones.

Lo que de verdad importa

Después de casi dos meses de confinamiento, nos hemos dado cuenta de lo mucho que echamos de menos cosas tan simples como poder visitar a tus padres sin ponerles en riesgo, dar un paseo con tu mujer, entrar en una librería, tomarte una cerveza en una terraza con los amigos o recoger a tu hija en el colegio y quedarte con ella en el parque departiendo con otros papás de lo divino y de lo humano o incluso de la Ley de Memoria Histórica que tan poco me gusta y con la que recuerdo haberle dado la tabarra a otro papá, Alejandro, con Mila y el prudente Óscar (papás de otros dos niños) de testigos, un par de días antes de que todo esto empezase.

 Parafraseando al desaparecido Andrés Montes la vida puede ser maravillosa, y aunque tengamos que cambiar nuestros hábitos de vida y muchas cosas vayan a cambiar, y no todas para bien, sabremos adaptarnos y seguiremos disfrutando de los pequeños placeres de la vida.

David Torija

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Mi particular reseña de La calle de la Luna de Kiko Méndez Monasterio

La calle de la luna

Uno de los sucesos que más me impactaron durante mi infancia fue el incendio de la discoteca Alcalá 20. Aquella mañana íbamos a comer a casa de mi abuela Pepa. Al llegar nos enteramos de la triste noticia, la noche anterior se había producido un incendio en el interior del local, que acabó con la vida de ochenta y dos jóvenes. Jóvenes como mis tías con las que iba a comer aquel día, como Luis Peralta, protagonista de la novela que hoy reseño. Supongo que aquel día, con apenas siete años, por aquella desgracia, sucedida en los albores de las fiestas navideñas del año ochenta y tres, en plena movida madrileña, me contaron por primera vez lo que era una discoteca y qué era la movida madrileña.

Al contrario que el protagonista de La Calle de la Luna, nunca he sido ave nocturna y nunca me ha gustado el mundo de la noche, supongo que pese a ser un apasionado de la música, mi miedo escénico para el baile, siempre me ha llevado a aborrecer las discotecas. Si a eso le unes que durante parte de mi juventud no bebía alcohol, que jamás he fumado y mucho menos consumido jamás ningún tipo de estupefacientes, aparte de convertirme en un tipo aburrido, me situaba en las antípodas del protagonista de la novela.

Fue precisamente en el número veinte de la calle Alcalá, en el teatro Alcázar, donde vi por primera vez al autor de la novela, Kiko Méndez Monasterio. Kiko era un joven idealista que subía a aquel estrado, aupado tras un enfrentamiento provocado por el concejal de seguridad del ayuntamiento de Madrid, José Ignacio Echeverría, quien envío a sus pretorianos contra el grupo de personas que se concentró en las puertas del consistorio tras el asesinato, a manos de ETA, de Francisco Tomás y Valiente, y que no se conformaron con un pusilánime minuto de silencio y alzaron su voz contra la banda terrorista, marxista y separatista. Por aquel entonces yo simultaneaba mi preparación de la oposición de acceso a la escala superior del ejército con la carrera de Ciencias Físicas por la UNED. Acudí a aquel evento acompañado por mis compañeros de clase del Colegio de Huérfanos de la Armada. Allí Kiko recitó un poema que, con el título Cobarde quien ceda, decía algo así: no mi amor yo no cederé, tú me amas y amas mi ideal…

En algún sitio leí que La calle de la Luna era la novela más íntima de su autor, en la que se hablaba de la noche madrileña de la post movida. Equivocado, esperaba una historia distinta, esperaba leer la historia de un joven idealista, la de Kiko. Pero no ha sido así. La novela sí transcurre en el Madrid de los años noventa, pero en lugar de la historia de un joven idealista, cuenta la historia de un joven hedonista, sin valores, fiel reflejo del devenir de una sociedad putrefacta y marchita.

Luis Peralta, el protagonista de la historia, es un adolescente de un pueblo con mar que, a regañadientes, se marcha a estudiar a Madrid por designio paterno. Luis, protagonista de esta historia, aterriza en la capital para completar, sin éxito ni empeño, sus estudios de Derecho.

Enseguida se pierde en el laberinto turbio de la noche madrileña de los noventa. Engreído, lenguaraz, prepotente, malhablado… el joven demuestra carecer de cualquier tipo de valores. Incapaz de hacer planes futuros, echa a perder varias relaciones sentimentales, con infidelidades incluidas. Vive por y para perderse en el mundo de la noche, y termina despertando la antipatía de quienes le rodean e incluso de lectores como yo, que aborrecemos al personaje pues, al menos en mi caso, lo identifico con el cáncer de una sociedad que se pudre por la ausencia de valores como la familia, la verdad, la honradez y la lealtad. Para mí no son válidos ni el atenuante de embriaguez, ni el agravante de nocturnidad, ni la edad, ni el tiempo, ni el entorno… para justificar comportamientos en las antípodas de la dignidad.

Que su protagonista sea un engreído no quiere decir que la novela no sea interesante, pues sí lo es. De fácil lectura, me ha permitido sumergirme en aquella época, casi coetánea con mi juventud, sus escenarios, sus excesos… son un fiel reflejo de una época, de la historia nocturna de la capital de un país, este nuestro, antes llamado España.

Reseña de la Calle de la Luna

Kiko Méndez Monasterio.

Ediciones Ambar. Barcelona 2008

Una reseña de David Torija

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Mi particular reseña de Las Hijas del Capitán de María Dueñas

211 Las Hijas del Capitán

No suelo reseñar novelas en mi blog personal (me centro más en libros que tengan algo que ver con el mundo de la economía y de la empresa), y menos aún bestsellers (no recuerdo quién me dijo una vez que no leía bestsellers porque era una horterada). Estuve a punto de hacer una excepción cuando, años atrás, leí la Catedral del Mar y también con Los Pilares de la Tierra, pero no lo hice. Esta vez sí. Cuando un libro es extraordinario (al igual que las dos obras mencionadas), hay que difundirlo.

No recuerdo si fue en el desternillante programa de Las Mañanas de Radio Nacional, que por aquel entonces conducía Alfredo Menéndez junto a Javier Capitán y Ramón Arangüena o en el singular Esto me suena del sin par Ciudadano García. Ambos programas me acompañaban durante mis viajes de trabajo, hasta que la comisaria política disfrazada de administradora concursal, Rosa María Mateo, prescindió de los profesionales que durante tantos años se habían encargado magistralmente de las mañanas y las tardes en la radio pública de todos. Fueron cesados por dedicarse más al entretenimiento plural que a la difusión del pensamiento único dirigido. Pues bien, en uno de los dos escuché una entrevista a María Dueñas, a quien confieso no haber leído hasta hoy, en la que la autora hablaba del libro que hoy reseño. Me gustó la entrevista y me llamó la atención el libro, sobre todo cuando su autora habló de La Nacional como lugar de encuentro de los emigrantes españoles en Nueva York, en ese momento tomé la decisión. Compraría el libro en mi próxima visita a uno de esos paraísos que son para mí las librerías.

Corría cierto riesgo al guiarme por mi percepción tras aquella entrevista, pues en circunstancias similares, me gustó en su día la entrevista que a Javier Cercas le hizo Alfredo Menéndez, presentando aquél su monarca de las sombras. Creí que estaba ante un buen libro y ante un escritor cabal y respetuoso. Nada más lejos de la realidad, ya que El monarca de las sombras fue el peor libro que recuerdo haber leído en mucho tiempo, sectario y malintencionado, rezumaba rencor por los cuatro costados, muy en la línea de esa ley norcoreana que es la Ley de Memoria Histórica que restringe la libertad individual y que, manipulando la historia, no sólo dictamina quienes son los buenos y quienes los malos, sino que nos dice cómo hemos de pensar, qué libros podemos leer etc. Dictando cuantiosas penas de prisión para quienes osen escribir o tan sólo manifestar opiniones contrarias a su (falsa) versión de la historia que en la misma se determina, en un claro ataque a la libertad de expresión en pro de un pensamiento único y del blanqueamiento de las aberraciones realizadas por los vencidos durante (y en los meses anteriores) la guerra civil española. Como sucedió con la Ley Orgánica del Poder Judicial de 1 Julio de 1985 de Felipe González Márquez, que significó el inicio de la politización de la Justicia y el fin de la separación de poderes (Montesquieu ha muerto decía Alfonso Guerra ante la indiferencia generalizada del pueblo español), a nadie parece interesarle este ataque frontal a la libertad de pensamiento que es la Ley de Memoria Histórica. Tal vez el alineamiento de Javier Cercas con la misma, le convirtiesen en consensuado acreedor de la última edición del cuantioso y popularísimo Premio Planeta.

Esta vez mi instinto no me engañó, pues como decía, Las hijas del Capitán es una novela muy interesante y trabajada, en la que se nota el gran trabajo de documentación realizado por su autora para transportar al lector al Nueva York de los años treinta, concretamente a 1936. Es una novela dura, pero muy entretenida, que engancha, ya que María Dueñas es capaz de mantener la intriga sobre el transcurso de la historia durante toda la obra. Como me sucedió con Patria de Fernando Aramburu, y pese a sus más de seiscientas páginas, me ha robado muchas horas de sueño, pues la extraordinaria forma de escribir de María Dueñas (al menos en esta obra, pues es la primera que leo de esta escritora) y el interés de la trama, te hace muy difícil interrumpir su lectura lo que te lleva a leerla en pocos días.

Cuenta la historia de las tres hijas de Emilio Arenas, un busca vidas que llega a Nueva York en busca de una oportunidad para subsistir y prosperar. Casi por casualidad, se le presenta la oportunidad de hacerse con el traspaso de un pequeño restaurante ubicado en la calle catorce de Manhattan, junto a La Nacional, punto de encuentro de la comunidad española en la gran manzana.

Permítaseme hacer aquí un paréntesis (otro), pues por algo he titulado esta entrada mi particular reseña…, para poder tomarme estas libertades. La Nacional fue uno de mis lugares de referencia durante los meses que viví en Nueva York allá por dos mil once. Entre mis virtudes para unos, o taras para otros, está la de ser muy madridista. Mi llegada a Nueva York coincidió con la disputa de cuatro clásicos (para los no iniciados: partidos entre mí equipo, el Real Madrid y el Barcelona, mi eterno rival) cuasi consecutivos: partido de liga, final de la Copa del Rey, más la ida y la vuelta de las semifinales de la Champions. Pregunté en el grupo de Facebook Becarios y jóvenes profesionales en Nueva York, al cual pertenecía, por el lugar idóneo para ver el primero de los partidos. Así es como aquel mediodía entré por primera vez en La Nacional. Compartí mesa entre otras personas desconocidas, con Laura Turégano de la Universidad de Nueva York y con otra gente a la que, salvo a un abertzale natural de Bilbao y seguidor del Barsa por motivos políticos (eso decía él), no volví a ver. Dice mi amiga suiza Stéphanie Meier que tengo una gran capacidad para romper el hielo y presentarme o integrar a alguien recién llegado. Aquel primer día me senté, me presenté a mis compañeros de mesa, preguntándoles si eran de los buenos (de mi equipo) o de los malos (del rival). Tras aquel primer partido, nos citamos (mi mujer y yo) con Laura para ver juntos los otros tres partidos (de los que sólo salió victorioso mi Real Madrid en uno de ellos, en la final de la Copa del Rey). Al abertzale, cuyo nombre no recuerdo, le saludé y nos deseamos suerte, pese a estar en las antípodas ideológicas y deportivas (siempre me ha gustado comportarme como un caballero) antes del comienzo de los otros tres encuentros. Recuerdo también cenar una noche allí con mi mujer y con nuestra amiga Marife. Invitamos nosotros y ella nos devolvió la invitación una semana más tarde en un coqueto restaurante italiano en la cuarenta y seis. También comimos un día allí con nuestro compañero Thomas Thorn, un suizo de un cantón alemán, que planificaba escrupulosa y milimétricamente cada detalle de la visita de su novia, mientras se contradecía diciendo que iba a ser espontáneo.

Nada que ver nuestra gastronómico-festiva experiencia en el legendario local de la catorce con la dureza de la historia que en la novela que hoy reseño se cuenta…para que os hagáis una idea amigos lectores, en La Nacional se llega a velar el cadáver de uno de los protagonistas de la historia (hasta aquí puedo leer).

Como decía, la novela cuenta la historia de Luz, Mona y Victoria, las tres hijas de Emilio, un gallego metido, esta vez, a hostelero. Las tres, junto a su madre, llegaron con desgana a un país y a una ciudad que no era la suya, en la que se hablaba una lengua para ellas desconocida, abandonando en su pueblo lo poco material que allí tenían, tras el anuncio por carta de su padre de la compra del restaurante El Capitán (que da nombre a la novela). Una mala jugada del destino les hace tener que pelear por subsistir con uñas y dientes, con la desinteresada ayuda de otros expatriados españoles.

Las Arenas, capitaneadas por la mediana, Mona, una mujer con una fortaleza mental y física encomiable, van venciendo unas veces y cayendo derrotadas otras, las pruebas que les va poniendo el destino. Es una historia de sacrificio, de amores y desamores, de traiciones, que no pretendo desgranar más, pues recomiendo abiertamente su lectura, más aún en estos días de encierro obligatorio decretado por el gobierno español, para frenar la evolución del virus covid19. Es una fantástica opción para viajar al Nueva York de 1936 y envolverse en una apasionante historia, sin salir de casa.

Una reseña de David Torija

Las hijas del Capitán

Maria Dueñas

Planeta. 2018

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La gran apuesta, versión española

210 La Gran Apuesta

Hace unos días he vuelto a ver la película, La Gran Apuesta, lo he hecho como en su día en los cines Campanar de Valencia, en versión original, de ahí que haya estado tentado en escribir este artículo en inglés, pero mi propia comodidad me ha llevado a hacerlo en español.

La película versa sobre la crisis subprime. Un introvertido y extraño gestor de fondos descubre la no correlación entre los ingresos de los hipotecados (entre ellos los famosos NINJA (No Incomes, No Job, No Assets)) y el riesgo concedido a los mismos en sus préstamos para el pago de sus viviendas, por lo que decide apostar a la baja contra el sector inmobiliario. Las agencias de rating, verdaderas protagonistas (y culpables) de la crisis subprime, junto a petulantes y engreídos agentes de Wall Street se mofan de él. Pero finalmente, como estaba en lo cierto, gana una fortuna con el desplome del sector inmobiliario. Pero no voy a escribir una reseña de la película, pues la misma es una excusa para hablar de la crisis inmobiliaria.

Si en Estados Unidos el detonante (de la crisis global) fue la caída de Lehman Brothers, en España fue la caída bursátil de la inmobiliaria valenciana Astroc el detonante del estallido de la burbuja inmobiliaria.

210 La gran apuesta astroc

Propiedad del empresario del Puerto de Sagunto, Enrique Bañuelos Castro (el nombre de la empresa provenía de su segundo apellido, como homenaje a su madre), salió al parquet a un precio para inversores institucionales (entre los que se encontraba mi empresa familiar y una serie de empresas en las que yo participaba en su gestión) a un precio de 6,40€/acción fijado en la OPV. Tras la subasta de apertura comenzó a cotizar, aquel 24 de mayo de 2006, a 6,80€/acción. Fue el comienzo de una subida continua y vertiginosa. Llegó a subir un 1.100%, fruto del bajo free float (tan sólo cotizaba el 25% de las acciones de la compañía) y de la capacidad de persuasión de Bañuelos, un brillante estratega, que fue capaz de crear una atracción desmedida hacia las acciones de su compañía que subían diariamente como la espuma en ausencia de cualquier corrección y que llevaron a Bañuelos (según la revista Forbes) a convertirse en la tercera fortuna española en patrimonio (por delante nada más y nada menos que de la familia Botín).

Tuve la suerte de poder vender las acciones de Astroc que habiamos comprado con nuestra empresa familiar, junto con otras que mi padre y yo habíamos comprado, a título personal, en mercado secundario una vez comprobada la tendencia alcista del valor, unos días antes del primer batacazo bursátil, en febrero de 2007. Tuve que armarme de valor para hacerlo, en uno de los momentos más difíciles de mi vida, pues mi padre estaba ingresado en la UVI tras sufrir un infarto aquella mañana. Apenas había podido verle (llegué apresuradamente al hospital al mediodía, tras el aviso de Gema, nuestra más que eficaz secretaria, que no sólo le salvo la vida aquel día, sino que con su prudencia, profesionalidad y humanidad de siempre, me avisó para que suspendiera mi visita a la Feria Cevisama sin sobresaltos).

Aprovechando que hasta las ocho de la tarde no podía volver a entrar a ver a mi padre, tras conocer una serie de movimientos extraños, guiado por mi olfato, tuve que armarme de valor y dirigirme a mi despacho para vender nuestras acciones, conseguí venderlas todas (aunque tuve que hacerlo con la opción “por lo mejor”, cuyo nombre es del todo engañoso), antes de la subasta de cierre (que culmina en torno a cinco minutos después de las cinco y media).

Con las plusvalías generadas con la venta de parte de sus acciones de Astroc, Enrique Bañuelos se hizo con un porcentaje en torno al 5% del Banco de Sabadell, lo que le convertía en acreedor de un puesto en el consejo de administración del banco. Al igual que le sucedió a Mario Conde (siempre he visto ciertas similitudes en la personalidad de ambos, quizás por su carácter persuasivo), el lobby bancario quiso eliminar del tablero a un jugador sin pedigrí familiar bancario (en el caso de Conde su caída se produjo, sobre todo, por la acción del poder fruto  del temor de los líderes del bipartidismo político de que Conde saltase a la arena política y se comiese parte de su pastel).

210 La gran apuesta Bañuelos Forbes

Varios consejeros se pusieron cortos al unísono en el valor, apostando a la baja ingentes cantidades de dinero, al mismo tiempo que se publicaba en algunos mass media (que se prestaron a hacerles el juego sucio) una noticia (la compraventa, a precio de mercado, de un par de inmuebles de la compañía por la sociedad patrimonial de Bañuelos), irrelevante si se analiza fríamente pero que, cuidadosamente maquillada, hizo saltar las alarmas de una ficticia descapitalización de la compañía. Ambos ingredientes del cóctel (noticia alarmante junto a la posición vendedora apostando a la baja de un gran número de acciones) produjeron el desplome de la compañía. Con una bajada repentina del 40%, accionistas como Amancio Ortega o Félix Abánades vendieron grandes paquetes de acciones (como he contado, yo lo había hecho días antes de la primera caída, muy cerca del techo que alcanzó el precio de la acción). La compañía se desplomó y arrastró con ella, junto con otros hitos como la intervención de Caja Castilla la Macha, la caída de Inmobiliaria Colonial etc… a todo el sector inmobiliario español.

La crisis subprime se contagió por todo el mundo fruto de la titulización de las hipotecas y de complejos productos financieros (CDOs, CDOs sintéticos y CDSs) que incluían dichos titulos de deuda  y sobre los que ya he escrito y sobre los que profundizaré próximamente en segunda parte de este artículo.

David Torija

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Buñuelos de viento

211 buñuelos

Ahora que la foránea festividad de Halloween se apaga, me pongo a escribir, invadido por la nostalgia porque, en este país, antes llamado España, en lugar de Halloween siempre se ha celebrado el día de Todos los Santos, y mañana el día de los Santos Difuntos, festividad en la que se recuerda a quienes ya no están con nosotros.

Permítaseme puntualizar que no me importa celebrar Halloween, (festividad de origen católico, paganizada en EEUU) pues siento aprecio por los Estados Unidos de América. De una América, cuyo descubrimiento, civilización y evangelización fue el más alto acontecimiento que vieron los siglos tras el nacimiento de Cristo (así se refirió Cristobal Colón al descubrimiento de la Indias). Muchos son los españoles que desprecian sus tradiciones y su historia, y, tristemente acomplejados, dan pábulo a la Leyenda Negra del gran falsificador de la historia, Fray Bartolomé de Las Casas, alentada precisamente por aquellas naciones que sí aniquilaron a la población indígena en sus conquistas, y seguramente por los comisarios políticos (de la vergonzosa Comisión de la Verdad) de esa ley norcoreana que cercena la libertad de pensamiento, que es la Ley de Memoria Histórica. Los estudios demográficos del profesor Ángel Rosenblat desmienten la Leyenda Negra (también lo hace la simple existencia de millones de indígenas o mestizos en Hispanoamérica. Los españoles a diferencia de británicos, franceses o norteamericanos, nos mezclamos con la población autóctona).

No recuerdo visitar el camposanto ni el uno ni el dos de noviembre. Pero sí tengo recuerdos de mi niñez de nuestras visitas a la tumba de mi abuelo Gregorio el día de Navidad. Siempre me pareció más bonito hacerlo así.

La festividad de Todos los Santos me recuerda las comidas que organizaba en esa fecha mi abuela Pepa en su casa. En aquellos escasos treinta metros cuadrados de vivienda, teníamos que hacer encaje de bolillos para poder sentarnos todos los comensales a la mesa. A mi lado siempre mi abuelo (dándome a mí su oído bueno y el malo a la cla. Dicho sea con cariño), quien estaba literalmente encajonado contra el mueble bar, que guardaba una botella de Pipermín en forma de torero y que siendo niño manoseaba para desesperación relativa de mis abuelos y que a día de hoy conservo como un valioso tesoro. Y digo desesperación relativa porque siempre sentí lo especial que era para ellos. Mi abuela Pepa siempre decía que yo era su corazoncito izquierdo.

Para el día de Todos los Santos mi abuela Pepa cocinaba decenas de buñuelos de viento que repartía en varias bandejas que la logística, dada la falta de espacio en aquella humilde vivienda, obligaba a colocar encima de las literas en la habitación de mi tía José y de mi tía Luisi, hasta su aparición estelar en la mesa a la hora de los postres. Buñuelos de cabello de ángel, nata, crema pastelera y de chocolate que hacían las delicias de toda la familia, acercándonos, permítaseme la chanza, a la frontera del pecado capital de la gula. Nunca he sido muy goloso, pero aquellos buñuelos eran bocatto di cardinale.

Es bonito recordar el pasado, nuestra historia, nuestras costumbres, nuestra infancia, a nuestros seres queridos… y aunque a veces a uno se le nuble la vista fruto de la nostalgia, la vida está llena de bonitos recuerdos. Me acuerdo que nunca me faltó el día de mi cumpleaños la tarta de mis abuelos maternos. Como la de la fotografía. La misma fue tomada precisamente el día de mi veinte cumpleaños, el último que celebré con mi abuela Pepa. Se nos fue el seis de febrero del año siguiente. Por muchos años que hayan pasado, me sigo acordando de ella, me entristece que no llegase a conocer al amor de mi vida y a nuestros hijos. Sé que hubiese querido a Bea como a una hija y disfrutado muchísimo con sus bisnietos.

Abuela, sigue cuidándonos desde allí arriba.

David Torija

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Luces y sombras del otrora noble arte del boxeo

208 luces y sombras boxeo

Me aficioné al boxeo, como tantos niños de mi edad, con la película Rocky. En mi caso fue con Rocky IV. Estuve a punto de no poder ir a verla al cine porque, como era para mayores de 13 años y yo acababa de cumplir 10, mi padre, conocedor de que ya la había visto, le preguntó a mi primo José Carlos, quien por aquel entonces era aún novio de mi prima Ana Mari, que si era una película adecuada para mi edad. Su respuesta inicial me situó por momentos fuera del cine: se ve como cae algún diente…pero no es para tanto, llévale tranquilo. Dicho y hecho. Aquella tarde fuimos mi padre y yo al Zoco de Majadahonda (cines rescatados por los vecinos hace unos años en un bonito proyecto) a ver la mencionada película, que era, una extensión más de la guerra fría, que tenía en Hollywood uno de los mejores medios de propaganda internacional.

En 2011, cuando vivíamos en Nueva York, persuadí a mi mujer para ir un sábado a Filadelfia, única y exclusivamente, para subir las famosas escaleras de acceso al Museo de Arte de Filadelfia, que hizo famosas el potro italiano.

El primer combate de boxeo que recuerdo haber visto, un año después de ver la película Rocky IV, fue entre Sugar Ray Leonard y Marvin Hagler. Como el video ya había llegado a casa el verano anterior, pude grabar en VHS el combate y verlo posteriormente en muchas ocasiones. Sugar Ray se convirtió en mi boxeador favorito. Me encantaba su forma de utilizar la inteligencia en un deporte en el que se presupone, como la valentía a la infantería, que prima la fuerza bruta. Sugar Ray llegó a desesperar en su día a Roberto Durán, hasta que éste abandonó el combate, incapaz de alcanzar con sus poderosas manos a Leonard. Un par de años después, también vi y grabé la revancha entre Roberto “manos de piedra” Durán y Sugar Ray Leonard.

Luis Solana presidía Radio Televisión Española. El hermano de un compañero de clase de Escolapios había asistido a una de las primeras defensas del título europeo de otro potro, el potro de Vallecas, Poli Díaz. Contaba mi amigo que, al acabar el combate, en el mismo ring, Poli agarró el micrófono instando al respetable a que cantarán con él “Solana, cabrón, queremos televisión”.

Solana siguió marginando al noble arte del boxeo en la televisión pública de todos. Pero apareció en escena TeleMadrid, en su telediario vespertino pudo verse una caótica entrevista, a Poli y a su rival, Steve Boyle, un par de días antes de la quinta defensa del título europeo del vallecano. Poli no dejaba hablar a su rival, interrumpiéndole cada vez que el británico intentaba contestar a las preguntas del entrevistador con frases como “tu qué vas a decir, de una hostia te arranco la cabeza” Debido a la actitud de Poli, la entrevista, parafraseando a Joaquín Sabina, “duró lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks”, tiempo suficiente para que Cruz y Raya pudiesen utilizar en sus siguientes espectáculos las palabras del sin par Poli Díaz.

En aquel combate, Poli, brabucón, se quedaba de pie en su rincón (intentando dar muestras de ir sobrado de fuerzas) entre asalto y asalto, desoyendo las indicaciones de su entrenador (y supongo que de su promotor, Enrique Sarasola (padre del original y exitoso hotelero, Quique Sarasola)), Ricardo Sánchez Atocha para que se sentase a descansar en el taburete. Poli ganó aquel combate y comenzó a postularse para el título mundial.

208 boxeo

Estoy convencido de que Poli Díaz hubiese sido campeón del mundo, si no se hubiese cruzado en su camino uno de los mejores y más completos boxeadores de toda la historia, el recientemente fallecido, Pernell Whitaker. La clave fue la derrota de Edwin “El Chapo” Rosario ante Juan Nazario, perdiendo aquél el cinturón de campeón del mundo. Durante el combate, su entrenador le decía al Chapo en su rincón, “vamos, que tenemos que ir a España” en clara alusión a la intención de defender el título mundial ante del Potro de Vallecas. Juan Nazario no quiso combatir contra Poli y acabó perdiendo el título ante Whitaker.

Si Poli, quien a mi juicio se encontraba por aquel entonces en el mejor momento de su carrera, se hubiese enfrentado a Edwin Rosario, hubiese conseguido el título mundial. Pero el paso del tiempo y el enfrentarse a uno de los mejores de todos los tiempos, truncaron su carrera.

Esperaba ansioso aquel combate. Pasé aquel mes de julio jugando al hockey en Anglet y tenía aburridos a mis amigos Alberto, Sergio, Aitor e Ibon con el dichoso combate. El combate se celebró la noche de mi regreso a Madrid. Huelga decir que no dormí aquella noche. El combate se celebró en Estados Unidos. Asistir a aquella velada era algo que no estaba al alcance de cualquiera, desde el televisor sólo se podía reconocer entre el escaso público español al paria de la tierra Javier Bardem.

Poli, que aseguraba antes del combate que tumbaría a Whitaker en el octavo asalto, no tuvo ninguna oportunidad. Luchó, eso sí, como un jabato por no caer a la lona. Terminó, ya con varias costillas rotas, intentando darle un cabezazo a Whitaker para que el combate, que sabía que tenía perdido, fuese declarado nulo.

Con la derrota de mi idolatrado Poli Díaz, disminuyó bastante mi afición al boxeo. Además apareció en escena Canal Plus, que se hizo con el monopolio del boxeo, por lo que dejó de estar al alcance de una familia como la mía, ya que no nos podíamos permitir tener televisión de pago.

Desafortunadamente Poli acabó olvidado, como Urtain y tantos otros boxeadores, que, cuando dejaron de ser una fuente de ingresos fueron abandonados por palmeros y falsos amigos.

Ya en la universidad, tras abandonar el del Club Boadilla, me apunté al gimnasio Ulises, regentado por Pedro. Allí me apunté a boxeo, deporte que practiqué durante tres años, con un parón de un par de meses fruto de una lesión de codo de tenista, durante la misma, mi tío Pablo, gran aficionado al boxeo, me decía jocosamente “eres un blando, eso no es nada, un poco de refléx (así acentuado) y a seguir”.

Nos entrenaba Raúl, quien creo fue Campeón de España de Supermedios y de quien se decía que tenía una placa de metal en la cabeza fruto de un mal golpe. Me apunté porque me gustaba el boxeo y porque era un buen camino para estar en forma. Entrenábamos dos días por semana de diez a once de la noche. Casi todos los días hacíamos guantes (combates) que era la parte que menos me gustaba, entre otras cosas, porque el nivel era bastante alto y allí había gente bastante fuerte (Piña, Moha, Said, el rápido Lopeló…) y solía salir mal parado con frecuencia. Me compré una chichonera (protector para la cabeza) pero aquel súbdito marroquí, Moha, que tenía los brazos más grandes que mis piernas, decía que aquello nos restaba visión, por lo que nunca nos la poníamos. Un día nada más sonar la señal del final, a traición, un tal Aparicio (quien regentaba en el pueblo una pescadería con el mismo nombre), me dio un mal golpe. A la mañana siguiente no podía levantarme de la cama (menos mal que tenía turno de tarde en la universidad), cuando lo hice, tenía un fortísimo dolor de cabeza. Aquel fue el primer día que me planteé seriamente dejar de boxear.

La segunda ocasión fue tras noquear el entrenador a un pobre chaval, que nunca más volvió, de un fortísimo crochet. Semanas más tarde, un nuevo entrenador (que sustituía a Raúl durante una baja laboral por enfermedad) quien, tras la pertinente retahíla de abdominales, al final del entrenamiento, nos dio una desconcertante charla, muy celebrada por alguno de los compañeros, sobre cómo actuar en peleas callejeras. Con cara de sorpresa, miré a Jesús (uno de los allí presentes, estudiante de Derecho (creo que ambos éramos los dos únicos universitarios) con quien había establecido cierta amistad). Aquello no era a lo que yo iba a allí, yo iba única y exclusivamente a practicar un deporte. Dicen que a la tercera va la vencida. Nunca más volví.

David Torija

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